La creación de la Luna, el Sol y la Eguzkilorea
Hola chabules, hoy os voy a presentar un
mito vasco relacionado con la creación de la luna, el sol y nuestra querida Eguzkilorea. ¿Que qué es eso? Ahora os lo cuento.
Hace mucho tiempo, cuando la raza humana
apenas acababa de aparecer, no existía la luz, solo la oscuridad y en esta
oscuridad habitaban, junto a los humanos, unos seres, muy majos ellos, llamados genios malignos, que se
dedicaban a jugar a a ver quién asusta a más humanos. Debido a esto, hombres y
mujeres vivían escondidos en cuevas.
Un día los humanos decidieron que estaban
hartos, así que fueron a ver a Amalur,
la Madre Tierra, para pedir ayuda. Tras los ruegos de los humanos, Amalur creó
un gran astro que iluminaria la Tierra. Este astro era la Luna.
Los genios malignos aborrecían la luz, y
cuando la luna apareció con su tenue luz blanca, huyeron despavoridos al
interior de la tierra y aunque los humanos se estremecían al principio, no
tardaron en acostumbrarse. Lo malo fue, que al igual que los humanos, los
genios malignos también se acostumbraron a la luz y volvieron a salir para
atormentar a las personas.
Los hombres volvieron con Amalur para
pedir ayuda y esta creó un astro más potente, uno capaz de emitir una poderosa
luz amarilla que dispersaría a los genios malignos para siempre. Y así Amalur
creó el Sol.
La creación del sol fue recibida con
alegría y celebraciones, pero la paz duró poco, los genios malignos más
poderosos también se acostumbraron a la luz del sol y continuaron atormentando
a los hombres.
Por tercera vez, los humanos volvieron en
busca de ayuda ante Amalur. Esta finalmente creó la flor del sol, la Eguzkilorea, ante cuya
presencia cualquier ente maligno ha de retroceder.
Desde entonces, los humanos colocan este
poderoso amuleto en la puerta de sus casas, para protegerlas de los espíritus
malignos del mal.
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